Jaidy

Ayer estuve visitando a Jaidy y la verdad que llegue con el corazón arrugado! 

Verán, Jaidy Loriany es una niña de 12 años que ha viajado a Corea desde Perú con su papa, Wuilton Mena, con un importante objetivo; curar el osteosarcoma que padece para así volver a casa donde está su familia. Jaidy es de Puerto Malabrigo donde el párroco es un coreano: el padre Choi Jong Hwan. A Jaidy le encontraron su tumor en el hueso del brazo y el único tratamiento que le ofrecían en Perú era la amputación de su brazo. El padre Choi pensó en la posibilidad de conseguir ayuda para Jaidy aquí en Corea. Después de golpear muchas puertas fue el mismo gobierno coreano en compañía del hospital santa María que trajeron a Jaidy y a su papá con todo el tratamiento, estadía y pasajes pagos. Aquí en Seúl están tratando de salvarle el brazo a Jaidy para lo cual ha estado en quimioterapia desde el día en que llego en Junio. La semana pasada se recibieron buenas noticias, pues el tumor se ha reducido y ya mañana será su cirugía en la cual removerán la parte del hueso dañado y le colocarán un implante.  

Han sido días difíciles para ellos, pues el estar lejos de casa, en un hospital en el que no hablan el idioma ni entienden mucho lo que pasa es agobiante. La comida ha sido gran parte de la dificultad pues a pesar de que les ofrecen menús "internacionales" ellos están acostumbrados a comida de casita. Yo le ofreci a Jaidy unos espaguetis y ella no sabia que era eso a pesar de la traduccion al peruano que le hicieron a mi plato.
También ha habido días de mucha esperanza pues también han conocido pacientes que exitosamente salieron de cirugías con la misma complicación.
Yo me entere de Jaidy pues mi amiga Katia, Peruana, ha estado muy pendiente de ellos sobretodo cocinando sus delicias peruanas, así que he ido con ella a visitarla un para de veces.

Les decía que ayer fue una visita difícil pues el papa me pidió que acompañara a Jaidy a hacerse el CT previo a la cirugía; el no habla inglés y al menos yo podría ayudar a Jaidy a sentirse un poco más cómoda. Lo difícil fue que para poder hacer el examen la niña tenía que levantar sus brazos lo que le causa un infinito dolor! Con lágrimas en sus ojos y mucha valentía logramos acomodarla de tal forma que lo pudieran hacer. Al estar allí pude también ver el tamaño de su tumor lo que me sorprendió!! Es grandísimo! Les pido mucha oración para que mañana todo salga bien!